La contaminación atmosférica es el principal riesgo ambiental para la salud y está comprobado que incrementa los riesgos de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. La crisis de la Covid-19 ha evidenciado que, si se realizan cambios en la ordenación y la movilidad en las ciudades, se pueden reducir las emisiones contaminantes y contribuir decisivamente a una mejora medioambiental.

En este sentido, los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) ayudan a reducir la contaminación atmosférica y acústica, facilitan la intermodalidad con otros servicios públicos de transporte urbanos o metropolitanos (tren, autobús, metro ...) y la transición hacia una economía baja en carbono.

La nueva Ordenanza de Movilidad aprobada por el Ayuntamiento apuesta por la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente y, en este sentido, se alinea con otros planes ya existentes encaminados a hacer de Terrassa una ciudad más agradable, eficiente, sostenible y segura como el Plan de Mejora de la Calidad del Aire (2015-2020), el Plan de Reducción del Ruido (2014-2018), del Plan de Acción para la Energía Sostenible y también del Plan de Movilidad Urbana (2016-2021).