Bct xarxa
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Un poco de historia de la biblioteca pública terrassense
En el 1928 se inauguró la Biblioteca Soler i Palet. Josep Soler i Palet dejó en su testamento su casa, su biblioteca y sus objetos de arte a la ciudad para hacer un Museo y una biblioteca públicos y gratuitos.
A lo largo de su historia la Biblioteca Soler i Palet fue evolucionando hasta que en el 1959 se produjo el traslado del Museo al castillo de Vallparadís. Eso permitió el crecimiento del servicio bibliotecario que a partir de entonces ocupó la totalidad del edificio de la calle Font Vella 28.
Ese mismo año se inició también en la ciudad la ampliación de los servicios bibliotecarios con otros puntos de acceso, en ese caso fue la Biblioteca Salvador Cardús en el barrio de Sant Pere, en el antiguo edificio del Ayuntamiento del Poble de Sant Pere. Esta nueva biblioteca fue el fruto de un convenio entre el Ayuntamiento y la Diputació de Barcelona.
El auge demográfico de los años 60 del siglo pasado llevó a la creación de nuevos barrios y el gobierno de la ciudad consideró la necesidad de abrir nuevas bibliotecas. En pocos años se inauguraron 11. Todas ubicadas en bajos de pisos, en locales de alquiler y dentro de las escuelas. Su función principal era dar apoyo a los escolares. Llegaron a existir hasta 13 bibliotecas. 10 funcionaban con un convenio con el Centro Coordinador de Lectura que dependía del Ministerio de Cultura que las dotó de mobiliario y fondo y eran gestionadas directamente por el Ayuntamiento. Las otras 3 funcionaban con un convenio con la Diputació de Barcelona.
Las primeras formaban parte de la entonces llamada Organización Bibliotecaria Soler i Palet. Las otras de la Xarxa de biblioteques populars de la Diputació de Barcelona.
En el 1980 el Ayuntamiento firmó un convenio con la Generalitat de Catalunya para la gestión de la red estrictamente municipal que pasa a llamarse Xarxa de biblioteques Soler i Palet.
La existencia de las dos redes se alargó en el tiempo.
A partir del 1984, con la creación del Instituto Municipal de Cultura, al cual están adscritas las bibliotecas, se empieza a trabajar con una nueva visión: una sola red, orientación al usuario y necesidad de un estudio que aporte las bases o la hoja de ruta a seguir.
Estaba claro que la realidad del servicio bibliotecario no se adecuaba a las necesidades de la población. En el 1989 se acabó el estudio de la planificación bibliotecaria, realizado por M. Busquet, M. Palomera i J. Solé. Este estudio apuntaba tres puntos de inflexión fundamentales: la necesidad de una red única, la priorización de una biblioteca central como eje de esta red y la insuficiencia de los equipamientos, fondos y servicios que en aquel momento se ofrecían.
Paralelamente, se ponía en evidencia que la biblioteca pública era el servicio cultural que podía garantizar mejor el acceso de la mayor parte de la ciudadanía a la información y a la cultura. Y pasaron a ser asumidas por el Ayuntamiento de Terrassa las afirmaciones que encabezan el Manifiesto de la Unesco de la Biblioteca Pública.
Desde entonces, el municipio ha ido convirtiendo en realidad los tres objetivos que apuntaba el estudio antes citado: la unificación de las dos redes existentes hasta 1998, la construcción de la bct, como biblioteca central de la red y finalmente la construcción de nuevos equipamientos que poco a poco han ido sustituyendo a los antiguos.
Todo esto ha sido posible gracias al Plan de Bibliotecas de Terrassa, aprobado por el Pleno el 26 de febrero de 1998, y que a grandes rasgos, puso las bases para alcanzar un sistema de biblioteca pública acorde con las las necesidades de los ciudadanos de hoy. Pretendía ordenar y equilibrar el sistema bibliotecario de la ciudad, racionalizarlo y dotarlo de las infraestructuras imprescindibles para dar el servicio que demanda la sociedad. Este Plan contemplaba la construcción de una biblioteca por distrito, a la vez que empezaba a apuntar un marco teórico de actuación y planificación.
La realidad bibliotecaria actual es pues fruto de esta planificación que se terminó el año 2011 con la inauguración de la bd3.
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