El calentamiento global de la tierra, provocado por la emisión de gases de efecto invernadero, ha hecho que el cambio climático sea una realidad y que es necesario tomar conciencia antes de que sea irreversible. Los ayuntamientos somos la administración más cercana a la ciudadanía y jugamos un papel clave para desarrollar políticas energéticas y ambientales que hagan posible una explotación racional y sostenible de los recursos naturales.

Debemos avanzar hacia un modelo que apueste de forma decidida por la minimización y transformación de los residuos, el desarrollo de las energías renovables y de autoconsumo y que trabaje por la sostenibilidad y por una nueva cultura del agua. Y, en esta transformación, el papel de la ciudadanía es fundamental para pasar del compromiso a la acción porque, entre todas y todos, es necesario fomentar, un cambio de hábitos en nuestra vida diaria para adoptar las medidas que ayuden a reducir a cero las emisiones limpias de gases de efecto invernadero.