Todas las personas tienen derecho a disfrutar plenamente de los derechos sexuales y reproductivos que son fundamentales para que las personas puedan disfrutar de una vida sexual y reproductiva satisfactoria, libre de coerción, discriminación, desigualdad o violencia.

La sexualidad es una dimensión inherente a la persona que incluye aspectos biológicos, psicológicos, sociales y relacionales que condicionan la percepción de uno mismo y la manera de relacionarse con los demás. El género, la orientación sexual, la identidad sexual, el erotismo, la vinculación afectiva, el amor y la reproducción forman parte de la sexualidad, por eso la manera de vivir-incidirá sobre la salud física, el bienestar emocional y la calidad de vida.