Seu d'Ègara. Esglésies de Sant Pere
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La candidatura de la Seu d'Ègara inició el proceso para ser inscrita en la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial de la UNESCO el 10 de abril de 2015, con la presentación oficial del proyecto en un multitudinario acto ciudadano.
Una vez aprobada por la Generalidad de Cataluña, el 29 de junio de 2016 la Dirección General de Archivos, Bibliotecas, Museos y Patrimonio, elevó la candidatura "Las pinturas de la Sede Episcopal. Siglos V a VIII" al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD). El Consejo de Patrimonio Histórico celebrado los días 6-7 de octubre de 2016 en Avilés analizó la propuesta y pidió que se incorporara al dossier, además de las pinturas, el conjunto arquitectónico.
Siguiendo estas recomendaciones, el equipo redactor del dossier hizo una profunda reformulación de la candidatura que consistió en la modificación del objeto. El bien presentado en Lista Indicativa de Patrimonio Mundial fue el conjunto arquitectónico, arqueológico y artístico de Ègara, en el que se encuentran integradas las excepcionales pinturas murales del siglo VI.
Finalmente, el Consejo de Patrimonio Histórico celebrado en Elche (Alicante) el 26 de octubre de 2018, ha acordado inscribir la Sede Episcopal de Ègara y su decoración pictórica (s. V-VII) en la Lista Indicativa. Un primer paso para poder aspirar, en un futuro, a formar parte del patrimonio mundial de la UNESCO.
El 18 de marzo de 2019 se formaliza la inscripción con la publicación del informe en el web de la UNESCO.
La Lista indicativa es un inventario de los bienes que cada estado miembro tiene la intención de proponer para su inscripción definitiva a Patrimonio Mundial, proceso para el que existe el requisito imprescindible que el bien esté un mínimo de un año en esta lista.
Para poder seguir la tramitación, la candidatura deberá ser de nuevo valorada y aprobada por el Consejo de Patrimonio Histórico.
La inscripción definitiva será acordada en las sesiones que, con carácter anual, celebra el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO y que deberá contar, además, con el informe favorable de alguna o algunas de las organizaciones consultivas independientes establecidas por la Convención del patrimonio Mundial (ICOMOS - UICN - ICCROM) relativas al patrimonio cultural, patrimonio natural y preservación y restauración de bienes culturales, respectivamente.
La Seu d'Ègara conforma un conjunto monumental único en Europa que tiene una trayectoria de continuidad en la historia. El Obispado de Ègara (fundado hacia el 450) significó la época de mayor esplendor de un recinto donde se desarrolló un conjunto episcopal de una excepcional importancia artística para la Europa cristiana occidental. La pervivencia de elementos arquitectónicos y artísticos de este periodo (s.VI-VII), que se manifiesta en la arquitectura de los edificios episcopales de Santa María, San Miguel y San Pedro, así como en su decoración pictórica, hace único este conjunto dentro del patrimonio europeo.
Del siglo VI son las pinturas murales del ábside de Santa María y de San Miguel. También destaca por su singularidad el retablo mural de San Pedro, un ejemplo único por su concepción como retablo exento del muro absidal, totalmente inusual en el periodo medieval.
Acto de presentación de la candidatura
La candidatura fue presentada en un multitudinario acto público que contó con un pequeño concierto de bilas a cargo de Marc Pulido y el corazón de canto de armónicos Muom, la presencia de varios grupos de cultura popular y tradicionales locales como los grupos castellers de Terrassa, los gigantes de la ciudad, el Esbart Amunt i Crits, la Cobla Principal de Terrassa y Terrassa Ciutat Coral.
A continuación el alcalde, Jordi Ballart, acompañado del Obispo Mons. Josep Àngel Saiz Meneses, presentó la Candidatura de la Seu d'Ègara a Patrimonio de la Humanidad.
A continuación se leyó, en varias lenguas que se hablan en la ciudad, la frase: "Seu d'Ègara. Llamamos que, por los siglos de los siglos, sed el orgullo de Terrassa para la humanidad."
Estos deseos fueron entregados en un pergamino a los gigantes que, acompañados de antorchas, salieron del recinto.