La Torre del Palau es cilíndrica, tiene cuatro plantas y una azotea con almenas. Inicialmente medía 24,5 metros, después varias reformas a lo largo de los siglos, actualmente hace 26,70 metros de altura.

vista panorámica de la plaza con la torre al fondo

No tiene fundamentos originales, se sustenta por el propio peso del edificio, sobre unos muros anchos. En los años 90 del s. XX se hizo una actuación de micropilotaje para asegurar su sustentación.

El acceso a la torre actual (s.XII) se hacía a través una puerta con arco adintelado de medio punto situada a 7 metros del suelo exterior, para entrar se utilizaban cuerdas o escaleras de madera. Su función era básicamente defensiva o de "castillo fronterizo" (espacio geográfico-administrativo en el que se podía construir un castillo).

Los elementos constructivos de la edificación del s.XII siguen la tipología del momento: menaje y arco de estilo románico en la puerta de acceso. Entre los siglos XII y XIII se añadieron estancias anexas, iniciándose así la construcción del Castel Palau, una fortaleza sencilla que albergaba el conde y desde donde se organizaba el territorio; la fachada daba a la actual plaza Vieja. Se desconoce su distribución pero tenía claustro, escribanía, viviendas y una gran huerta. Sólo se conserva un pequeño vestigio de la estructura del claustro en el interior del Frankfurt de la Plaza Vieja y se puede ver una reconstrucción de los arcos del claustro en el Castillo Cartoixa de Vallparadís. La torre de vigilancia pasa a ser una torre de homenaje del castillo. En la edad media la Villa del Castell Palau de Terrassa estaba rodeada por un foso, un muro de tapia y unas torres.

detalle escultórico de una ventana de la torre

La etapa moderna es próspera y esto se refleja en el Castell Palau con la construcción de un claustro interior, una gran escalinata y una sala de estilo gótico. La torre se embellece y las ventanas se decoran con arcos rebajados de estilo gótico.

A finales de siglo XIX, la parte superior la torre (símbolo de la ciudad) se modificó añadiendo las almenas actuales. Su diseño se atribuyó a Lluís Muncunill, pero actualmente se pone en duda porque no hay constancia documental.

remate de la Torre del Palau

El edificio se adecuó para permitir la visita al público. Después de un periodo de restauración para consolidar pavimentos, bóvedas, rebozados antiguos, puerta de acceso, escalera de caracol, una nueva iluminación y elementos de interpretación, se volvió a abrir en febrero de 2010.

Planta baja:

Se desconoce la función inicial, aunque posiblemente era una despensa.

El techo era de madera y estaba por debajo de la puerta románica. La bóveda actual que cubre la estancia es del siglo XVIII o XIX. Aunque posiblemente era una despensa, se desconoce su función inicial. Al principio los distintos pisos de madera estaban comunicados por aberturas cuadradas en el suelo, dónde se podía acceder a través escaleras de madera o cuerdas. En situaciones de peligro (saqueos, guerras,...) se cerraba desde dentro y nadie podía entrar. 

La bóveda y los muros estaban enlucidos. En las paredes se conservan grafitis con motivos fálicos, letras,... y el dibujo de un caballero a caballo. Seguramente estas representaciones son del periodo en que la Torre funcionaba como prisión de la villa.

Entre finales del XVIII hasta la Guerra Civil alojó el despacho del notario y el archivo municipal. En los muros encontramos los agujeros donde iban encajadas las baldas de las estanterías.

Primer piso:

Se ha recuperado la gran puerta original de acceso con arco adintelado de medio punto. Encontramos las marcas de los batientes de madera del siglo XII. Se mantienen las rejas de la puerta, seguramente instaladas cuando la torre funcionaba como prisión.

puerta antigua de entrada a la torreLa vuelta era de madera pero en s. XIX se construye una de ladrillos planos, que actualmente tiene el revoque picado para mostrar el proceso de construcción.

En el siglo XVI se abre el muro de poniente y se instala una escalera de caracol que afectará la estabilidad de la torre. La escala es firme y con una sólida barandilla incorporada, se trata del sistema actual de comunicación interna de la torre.

 

 

Segundo piso:

En el s. XVI era una sala noble, donde se abrió una ventana, de estilo gótico y arco rebajado, decorada con cabezas de ángeles, de hombre y de mujer; también se construyó un festejador, elemento típico de las masías catalanas.

Posteriormente la sala se utilizó como despacho, se repicaron los ángulos de las paredes y se abrieron encajes para meter estanterías y un armario.

La vuelta del siglo XVIII era cubierta de baldosas y estaba rebozada.

Detalle de los barcos

En las paredes encontramos grafitis del s.XIX, elaborados por presos o soldados, con imágenes de barcos, ajedrez, frases escritas en castellano antiguo con carbón y marcas cronológicas.

 

Tercer piso:

La vuelta es la más antigua de las conservadas, pero no es el original, data del siglo XIV, conserva la apertura por donde se accedía a la azotea. Estaba hecha con el sistema de encofrado y rebozada. La apertura superior de la torre permite explicar cómo era la conexión interna. El pavimento de piedra y mortero con unos agujeros laterales donde se colocaba la escalera de madera para poder acceder al piso de superior.

Se conservan estructuras modernas de armarios de obra y estanterias de ladrillo. Las dos ventanas son posteriores al siglo XVIII y la puerta es la del s. XVIII.

Azotea:

Vista noctura del remate de la Torre del PalauA finales del siglo XIX se reformó la azotea y se construye un coronamiento nuevo adaptado a la moda de estilo neo-medieval. Las antiguas almenas eran de piedra y aún se ven en la base de la azotea. El techo original de la torre, que debía ser de piedra, estaba unos 50 cm por debajo del techo actual.

 

 

 

 

Los agujeros de la pared interior, de los que se desconoce el uso de los más grandes, los pequeños eran nidos de pájaros con tapadera, pensados ​​para obtener huevos para los habitantes de la torre.

Nido de pájaros de la Torre del Palau