El 10 de septiembre es el Día Mundial de la prevención del suicidio, con el objetivo de concienciar a la población de que la muerte por suicidio puede prevenirse. Terrassa se añade a la campaña mundial de concienciación iluminando de amarillo la fachada del Ayuntamiento en el arrabal de Montserrat y el Monumento a la Mujer trabajadora en la plaza de la Dona.

La muerte por suicidio se puede prevenir con acciones de sensibilización, tomando conciencia sobre el tabú que le rodea y hablando abiertamente del tema.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se suicidan alrededor de 700.000 personas en el mundo. En Catalunya, los suicidios suponen la primera causa de muerte no natural por delante de los accidentes de tráfico y la segunda en jóvenes de entre 15 y 29 años. Con los datos provisionales de 2022 publicados por el Instituto Nacional de Estadística, en 2022 se han notificado 604 defunciones por suicidio y autolesión en Cataluña, lo que supone una tasa estandarizada de 8,8 personas por cada 100.000 habitantes.
Debe tenerse en cuenta que los intentos de suicidio no se registran, y se calcula que por cada suicidio consumado hay entre 15 y 20 personas que lo intentan.
La prevención del suicidio es una tarea colectiva, que comienza rompiendo los falsos mitos asociados al suicidio.
Falsos mitos
- No es cierto que sólo las personas que sufren un trastorno mental piensen en una conducta suicida o la tengan. Sufrir un trastorno mental puede ser un factor de riesgo en muchos casos, pero la única manifestación común en la muerte por suicidio es la existencia de un gran sufrimiento emocional, y este hecho no es exclusivo de la gente que sufre un trastorno mental.
- No es exacto afirmar que la persona con conducta suicida desea morir, dado que son estados mentales transitorios de corta duración en los que la persona quiere dejar de sufrir y no ve otra alternativa a su situación. Escuchar y ofrecer un apoyo emocional y profesional para que la persona pueda darse cuenta de que esta situación puede revertirse puede permitir superar esta situación.
- No es cierto que los intentos de suicidio sean sólo una forma exagerada de llamar la atención. Este criterio peyorativo contribuye a menospreciar a la persona que se encuentra en esta situación y a no dedicar esfuerzos sociales y sanitarios para atenderla.
- No es cierto que quien habla de sus intenciones suicidas no las va a llevar a cabo. La mayor parte de las personas que mueren por suicidio han hecho alguna advertencia antes de llevarlo a cabo.
- No es correcto asociar la cobardía o la valentía a personas que mueren a causa del suicidio o que cometen una tentativa de suicidio. Las personas que mueren a causa del suicidio sufren profundamente y es a partir de ese sufrimiento que consideran la muerte como una solución a su situación vital.
- No es correcto suponer que el suicidio afecta a un grupo de población concreto. La conducta suicida es un problema complejo y multifactorial. Nunca se produce por una única causa, sino que surge de la interacción entre factores de riesgo genético, socioeconómicos, por enfermedad mental o física (p. e.: accesibilidad a una ayuda eficaz).
El 061, un teléfono de ayuda
En Cataluña se dispone de un recurso de ayuda inmediata a personas con conducta o ideación suicida y personas cercanas a través de 061, una voz contra el suicidio.
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